La idea era de Félix y me apunté a la "expedición".
El resultado fueron 18,7 Km, con una cota máxima de 2198 m y una mínima de 1357 metros.
Salimos de Alcobendas sobre las 7 y cuatro de la mañana y después de una hora llegamos al aparcamiento situado nada más pasar el puente sobre el río Eresma en la CL601, dirección Segovia.
La ruta comienza desde este aparcamiento, se vuelve a cruzar el puente y se cruza la carretera para coger una pista que sale (margen izquierda del río) desde una pequeña explanada.
Durante un kilómetro y medio recorremos un bosque precioso antes de encontrarnos con el Arroyo Minguete.
Como no queríamos mojarnos los piececitos nos desviamos del camino para encontrar un posible paso, pero al final nos tocó mojarnos. El pobre Alfonso tropezó y le mojó la bota derecha y el calcetín....
Después de ascender haciendo camino, porque no había ninguno que seguir, conseguimos salir a la pista del principio, que no teníamos que haber dejado.
En este punto la pista empieza a subir y subir y con un desnivel bastante importante.
Llegando a nuestra primera cima empezamos a ver la nieve.
Desde este punto, continuamos por donde nos decía el GPS, según la ruta que a ojo le había introducido Félix. No habría hecho falta porque siguiendo por la pista se llega también a nuestro primer objetivo que era dar con la pista que baja desde la Fuenfría dirección Segovia. Cruzamos y comenzamos la segunda subida siguiente otra pista que salía justo de frente.
En este punto debo agradecer el esfuerzo de Alfonso abriendo huella porque desde este punto hasta la cima la nieve nos llegaba en muchos sitios, al menos a mí, hasta la cintura.
Y seguimos subiendo....
Subimos y subimos hasta alcanzar nuestra meta: La cima del Montón de Trigo. No tengo foto de este momento pero sí una panorámica de las fantásticas vistas que se nos ofrecen...
Unas fotitos y nos encaminamos hacia abajo, Alfonso y yo pensábamos que era mejor bajar hasta la Fuenfría, por el Cerro Mingote y así hicimos, aunque eso cargo unos cuantos kilómetros más en nuestras piernas
En la Fuenfría paramos un rato a comer y, yo, a tomar un cafetito caliente. Ahora ya sólo nos quedaba descender todo lo ascendido y lo hicimos por la pista que va hasta Segovia. La teníamos que seguir hasta el punto en el que la cruzamos en la ascensión.
Y seguimos bajando y bajando lo subido al principio del día, hasta que... oh, oh... había que cruzar nuevamente, aunque si digo la verdad mis pies agradecieron el agua fresquita...
Ya sólo quedaba llegar al coche y regresar a casa.
Una ruta muy chula aunque algo dura por su desnivel pero que recomiendo, eso sí, si os animáis desayunar fuerte.
Hasta otra.